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A diferencia del vestido de novia de Kate Moss, el de Charlene Wittstock no levantó tanta expectación porque ya sabíamos de antemano que la novia vestiría de Armani en la ceremonia religiosa, aunque no sabíamos que la firma suiza Akris firmaría su look en la ceremonia civil.
Comencemos por la religiosa, que fue más espectacular y elegante. El gran acierto de Giorgio Armani fue diseñar un vestido que disimulara la anchura de los hombros de Charlene, ya que al ser nadadora tiene los hombros muy musculosos. La novia lució radiante en el diseño de Armani Privé, diseñado exclusivamente para ella, con escote de barco.
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El look minimalista de la novia le iba como anillo al dedo y el bordado floral que llevaba el vestido le daba un toque más lujoso y sofisticado. La sencillez del diseño se completó con la larga cola del vestido y el velo de tul, que dejaba entrever un moño bajo que le sentaba genial a la novia.
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Para la cena post-boda, Charlene Wittstock volvió a lucir de blanco, un vestido largo con escote cerrado, volantes y pedrería. Alberto de Mónaco vistió una chaqueta blanca militar y pantalón negro.
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En cuanto a la ceremonia civil, Charlene Wittstock lució un traje color azul cielo que le favorecía muchísimo y le daba un brillo especial en la cara. El look firmado por Akris, consistía en una falda larga con cuerpo de encaje y chaqueta de manga larga, todo en el mismo tono. En el pelo volvió a optar por el recogido bajo y lo combinó con unos sencillos pendientes. El príncipe Alberto, muy sencillo también, vistió un traje negro, camisa blanca y corbata en blanco satinado.
¿Os gustaron los looks que lució Charlene Wittstock durante todo el fin de semana?
Imágenes: Sipa Press y vogue
